Las autoridades de Utah confirmaron que el principal sospechoso del asesinato del activista conservador Charlie Kirk es Tyler Robinson, quien permanece detenido sin derecho a fianza en una cárcel del estado. Enfrenta cargos preliminares, entre ellos homicidio agravado, uso de arma de fuego y obstrucción de la justicia.
Según el gobernador Spencer Cox, la detención se logró gracias a la colaboración de familiares del acusado. La noche del 11 de septiembre, un pariente de Robinson contactó a un amigo cercano, quien a su vez alertó a la Oficina del Sheriff del Condado de Washington. La información indicaba que Robinson había confesado o insinuado su participación en el ataque.
Durante la investigación, los agentes localizaron un rifle de cerrojo envuelto en una toalla en una zona boscosa cercana al campus universitario. En los casquillos se hallaron inscripciones grabadas, entre ellas “¡Ey, fascista!” y “¡Atrapado!”, lo que refuerza la hipótesis de un móvil político. Un familiar también declaró que Robinson había expresado opiniones negativas sobre Kirk en días previos al tiroteo.
El caso ha generado una fuerte reacción pública y política, al tratarse de un ataque ocurrido durante un evento en la Universidad del Valle de Utah, ante miles de asistentes.
