Un tribunal federal en Estados Unidos detuvo temporalmente la deportación de varios menores guatemaltecos que se encontraban bajo custodia oficial. La medida responde a preocupaciones legales sobre si el Gobierno de Trump estaba respetando los derechos constitucionales de estos niños.
La decisión fue tomada por el juez Timothy Kelly, quien suspendió las expulsiones mientras se analiza una demanda que defiende el derecho de los menores a acceder a todos los procedimientos migratorios establecidos por la ley. El caso involucra a diez niños guatemaltecos, de entre 10 y 17 años, muchos de ellos con procesos migratorios aún en curso.
Kelly, nombrado por el presidente Trump, cuestionó la forma en que se intentó llevar a cabo la operación. En su resolución, escribió:
“La conducta de los acusados no inspira confianza de que ellos mismos estén convencidos de que tienen la autoridad para proceder como desean.”
Y añadió:
“Si su autoridad legal es tan ‘inequívoca’, ¿por qué ejercerla en medio de la noche de un fin de semana festivo, con nada más que un aviso nocturno (o de madrugada) a los tutores y defensores de los niños?”
El juez también advirtió que esta decisión no debe interpretarse como una autorización para realizar acciones similares con otros menores migrantes no acompañados.
La demanda fue presentada por el Centro Nacional de Leyes de Inmigración, que argumentó que algunos de los niños podrían enfrentar graves riesgos si fueran devueltos a Guatemala. Entre ellos se encuentra un niño indígena de 10 años que había sufrido maltrato en su país.
Los testimonios incluidos en el caso describen escenas de angustia:
Niños “confundidos y asustados” fueron despertados en plena madrugada. En uno de los albergues, “una niña estaba tan asustada que vomitó”. Otro joven, de 17 años, relató que lo despertaron a las 2 a.m. y que “sintió que perdió el aliento”. Una menor incluso expresó que temía suicidarse si la obligaban a regresar.
El juez Kelly subrayó que el Congreso había establecido un proceso específico para tratar casos de menores no acompañados, y que los vuelos nocturnos organizados por el Gobierno parecían ignorar esas normas.
“Los demandantes también enfrentan un daño irreparable en ausencia de una orden judicial. Y el equilibrio de intereses respalda otorgar el alivio ahora”, escribió.
Efrén C. Olivares, vicepresidente de litigios del Centro Nacional de Leyes de Inmigración, celebró la decisión:
“La decisión de la corte de hoy es una victoria significativa para los cientos de niños que ahora están a salvo del intento ilegal del Gobierno de Trump de expulsarlos de Estados Unidos.”
Y concluyó:
“Esta decisión debería enviar un mensaje claro al Gobierno de que no tiene autoridad legal para evadir la ley y expulsar a menores no acompañados sin el debido proceso.”



