En la primera mitad del siglo XX, Playa Miramar en Ciudad Madero vivió una época dorada. Entre sus íconos más recordados destaca el Casino Miramar, una construcción majestuosa que emergía literalmente sobre el mar, símbolo del auge petrolero y la opulencia social de la región.
Inaugurado en 1932 por el Gremio Unido de Alijadores, el casino ofrecía salas de juego con ruleta, póker y bacará, atendidas por crupieres de etiqueta. Su arquitectura interior, inspirada en motivos mayas, incluía techos estucados, pisos de mosaico fino y ventanales de cristal de colores. Además, contaba con restaurante, bar, pista de baile y una amplia terraza que se abría al horizonte marino.
Durante su breve existencia como centro de apuestas —cerrado en 1934 por decreto presidencial— el Casino Miramar fue escenario de espectáculos musicales con orquestas internacionales y artistas como María Félix y Jorge Negrete. Posteriormente funcionó como balneario y salón de baile hasta 1955, cuando el ciclón Hilda lo destruyó por completo.
Hoy, su memoria persiste en el Museo de Tampico y el Archivo Histórico de Madero, mientras Playa Miramar busca recuperar su esplendor a través de planes de desarrollo turístico. Aunque la belleza natural permanece intacta, la incertidumbre jurídica sobre la tenencia de la tierra y la falta de servicios básicos siguen siendo obstáculos para su renacimiento.



