La ciudad de Río de Janeiro vivió una jornada de violencia extrema este lunes, cuando grupos criminales organizaron una serie de ataques coordinados que incluyeron incendios de autobuses, bloqueos de vías y tiroteos en distintos puntos de la ciudad. Las autoridades atribuyen los hechos a una represalia por la muerte de un líder del narcotráfico durante una operación policial en la favela de Cidade de Deus.
Los disturbios comenzaron en la madrugada y se extendieron durante horas, afectando el transporte público y generando pánico entre los ciudadanos. Más de 30 vehículos fueron incendiados, y se reportaron enfrentamientos armados en al menos cinco barrios. El gobernador de Río, Cláudio Castro, calificó los ataques como “actos terroristas” y anunció el refuerzo de la seguridad con apoyo de fuerzas federales.
La policía militar desplegó operativos en las zonas más afectadas, mientras que las escuelas suspendieron clases y varios servicios fueron interrumpidos. Aunque no se han confirmado víctimas mortales, el clima de tensión persiste y se teme que los enfrentamientos continúen en los próximos días.



