Durante el funeral de Charlie Kirk este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump adelantó que este lunes hará un anuncio desde la Oficina Oval sobre el autismo.
“Creo que les parecerá asombroso”, dijo. “Creo que encontramos una respuesta al autismo”.
Sin dar detalles, aseguró que su Gobierno “no lo permitirá más” y que será “una de las conferencias de prensa más importantes” de su mandato.
El anuncio podría vincular el desarrollo del autismo en niños con el uso del analgésico Tylenol durante el embarazo, especialmente en etapas tempranas, y con niveles bajos de folato, una vitamina esencial para el desarrollo del cerebro y la médula espinal. También se incluiría el ácido folínico (leucovorina) como posible tratamiento para reducir síntomas del autismo.
Tylenol, cuyo ingrediente activo es el acetaminofén (también conocido como paracetamol), se utiliza ampliamente durante el embarazo. Autoridades sanitarias planean advertir que su uso debe limitarse, salvo en casos de fiebre. La empresa fabricante sostiene que no existe evidencia creíble que relacione el acetaminofén con el autismo, y que su uso prudente sigue siendo seguro.
Estudios recientes han ofrecido resultados mixtos. Una investigación en Suecia con más de 2 millones de niños no encontró relación entre el uso de acetaminofén en el embarazo y el autismo. En contraste, un metanálisis revisó 46 estudios y concluyó que existe “evidencia sólida de una asociación”, aunque sin demostrar causalidad.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., ha impulsado investigaciones sobre las causas del autismo y prometió respuestas este mes. Trump expresó que “tiene que haber algo artificial causando esto, es decir, un medicamento o algo”.
Expertos como Peter Hotez, pediatra y autor de libros sobre autismo, advierten que enfocar una conferencia solo en Tylenol sería irresponsable sin más evidencia. También señaló que la leucovorina podría ayudar en algunos casos, pero no representa una solución única para un trastorno tan diverso.
