En el extremo noreste de Tamaulipas, Playa Bagdad volvió a ser noticia nacional tras un incidente que puso en debate la soberanía mexicana. Autoridades confirmaron que en días recientes se detectaron 11 anuncios colocados sin autorización en territorio nacional, presuntamente instalados por una empresa vinculada al gobierno de Estados Unidos. Los letreros prohibían el acceso a ciertas áreas de la playa, lo que generó inconformidad entre habitantes y visitantes.
La Secretaría de Marina intervino de inmediato y retiró la señalización, al considerar que violaba la normatividad mexicana. El hecho provocó un amplio debate público sobre la importancia de proteger esta franja costera, que además de ser un punto turístico clave, es también un espacio de valor histórico y cultural.
Ubicación estratégica
Playa Bagdad se encuentra a unos 40 kilómetros al este de Matamoros, justo en la desembocadura del río Bravo hacia el Golfo de México. Su cercanía con la frontera estadounidense la convierte en un sitio de gran relevancia, pues cada temporada vacacional recibe a cientos de visitantes provenientes del sur de Texas, quienes cruzan por Brownsville y llegan en menos de una hora al litoral tamaulipeco.
Atractivos turísticos
El lugar ofrece una amplia gama de actividades:
• Gastronomía local, con restaurantes y palapas que sirven mariscos frescos.
• Pesca recreativa, favorecida por la cercanía con el río Bravo.
• Eventos culturales y musicales, como el Festival del Mar, que refuerzan la identidad matamorense.
• Paisajes naturales, con dunas y miradores ideales para apreciar amaneceres y atardeceres.
Un nuevo interés aeroespacial
En los últimos años, Playa Bagdad también se ha convertido en un punto de observación informal de los lanzamientos de SpaceX en Boca Chica, Texas. Aunque los despegues ocurren del lado estadounidense, los destellos y estelas son visibles desde la costa mexicana, atrayendo a curiosos y turistas.
Preocupaciones ambientales
Organizaciones como Conibio Global han advertido sobre la presencia de restos metálicos y materiales industriales en la playa, posiblemente relacionados con pruebas aeroespaciales. Estos hallazgos han encendido alertas sobre el impacto en la fauna marina y la necesidad de un monitoreo constante.
Un espacio con historia
El nombre de Playa Bagdad se remonta al siglo XIX, cuando soldados estadounidenses la bautizaron así por recordarles paisajes de Mesopotamia. Desde entonces, el sitio ha sido puerto, zona de libre comercio y escenario de intensa actividad económica y cultural.



